¿Qué es una Smart City?

Aunque últimamente parezca estar de moda el concepto ‘Smart City’, asociándolo en muchas ocasiones al uso de sensores o las TIC para todo, es un concepto que lleva arraigado en nuestra civilización, de manera consciente o no, desde hace muchos años. Comenzando con un poco de historia, podemos retroceder hasta el surgimiento del concepto de ciudadano libre, amparado por derechos, ‘civis’ en la antigua Roma. Para la sociedad de la época, Roma era considerada una ciudad inteligente. Una ciudad con un conjunto de instrumentos puestos al servicio, organización y desarrollo de la civilización.

Es importante realizar esta apreciación, puesto que es habitual el uso de este concepto de manera vaga, difuminando su significado, y relacionándolo de manera indisociable al desarrollo de nuevas tecnologías en campos como el IoT ‘Internet Of Things’ o la inteligencia artificial. Y es que el nacimiento de estas tecnologías ha contribuido al desarrollo de este concepto con grandes avances, pero como vemos, no es un concepto nuevo.

Dando así una definición más concreta, se puede decir que “una smart city es una población que dispone de un conjunto de instrumentos que puestos en común, permiten generar valor y contribuir al desarrollo, mejora y/o bienestar de la sociedad”.

El IoT y la Inteligencia Artificial en el desarrollo de las ciudades inteligentes

Volviendo ahora sí al 2022, cuando hablamos de ciudades inteligentes, hablamos de instrumentos puestos al servicio y desarrollo de las ciudades y sus ciudadanos, y a de tecnologías enmarcadas dentro del IoT y la IA. Se ha de incidir aquí en la importancia de poner en común estas dos disciplinas como complementarias, ya que muchas veces se habla de ciudad inteligente cuando se instala un conjunto de sensores que generan datos, lo cual sería más bien una ciudad sensorizada. Así, aunque no cabe duda que esta generación y captación de datos es una parte fundamental de la smart city, faltaría la parte de valor, ya sea mediante reglas simples que desencadenan acciones, sistemas basados en conocimiento experto, o sistemas más complejos como pueden ser modelos de IA enfocados a resolver un problema concreto.

Las empresas, impulsoras del desarrollo de la ciudad inteligente

Es importante que destaquemos el papel de las empresas y los órganos inmersos en este proceso de digitalización. Y es que estos agentes tienen el deber de adoptar un estándar que permita la puesta en común de los datos, precisamente para hacer frente a esa necesidad de ponerlos al servicio de la ciudadanía. Un papel importante en este escenario lo tiene FIWARE, un software libre que trata de ofrecer un estándar para que aplicaciones IoT puedan ofrecer sus datos de manera pública y accesible usando un lenguaje común para quienes los precisen.

Como ejemplo de servicios que Smart Fénix desarrolla en la digitalización de procesos en ciudades y municipios, podemos hablar de contadores de agua inteligentes. Estos son contadores conectados a una red que mediante una tecnología de comunicaciones específica (Lora, WiFi, SigFox o NB-IoT)  pueden reportar diariamente el consumo de agua de dicho contador. De esta manera se pueden analizar estos datos y ofrecerlos al ciudadano en forma de informe, donde además de todos los datos relacionados con consumo, aparecen alarmas detectadas por posibles fugas. Estos contadores también son aplicables al riego inteligente: poder automatizar riegos de manera que se tengan en cuenta las condiciones del medio por estaciones o sensores locales, además de tener en cuenta modelos de predicciones meteorológicas, evitando desperdicios de agua si se espera una alta probabilidad de lluvia.

Smart cities andaluzas

En Andalucía ya se han llevado a cabo varios proyectos relacionados con el desarrollo de ciudades inteligentes. Un ejemplo de este tipo de actuación es la localidad de Posadas, donde Smart Fénix junto con IoTSens ha llevado a cabo un proyecto piloto para la eficiencia en la gestión del agua por parte del Ayuntamiento de Posadas, una herramienta cada vez más necesaria para combatir la creciente escasez de este recurso.

En el ‘Libro Blanco Andalucía Smart para las Ciudades y Municipios de Andalucía’ se definen un conjunto de pautas para poder medir el grado de evolución smart y poder definir así la hoja de ruta para avanzar en el desarrollo de las ciudades inteligentes.

Algunas de las smart cities andaluzas con un papel más representativo en la digitalización de los servicios públicos son: Málaga con proyectos como ‘Plataforma Smart, Gestión de Incidencias y Videovigilancia’ y ‘Puntos de recarga de Vehículos Eléctricos’; y Córdoba con ‘Smart para la Gestión del Servicio de Agua Potable’ (Ayuntamiento de Hornachuelos) y ‘Pozoblanco Slow Tourism’ (Ayuntamiento de Pozoblanco).

Día a día, con el esfuerzo de empresas como Smart Fénix, y el apoyo de la administración pública mediante la financiación de proyectos que tratan de fomentar el desarrollo y digitalización de estos servicios, podremos contribuir a evolucionar el ecosistema de smart cities andaluzas en beneficio de los ciudadanos, algo en lo que especialmente en Smart Fénix estamos trabajando a través del concepto ‘Smart Citizen’.